Importancia de la prevención del cáncer de seno: Conoce los métodos de detección
Muchos casos se descubren durante chequeos rutinarios como mamografías, ecografías o resonancias magnéticas. Sin embargo, algunos se detectan por síntomas visibles, como cambios en la piel, bultos palpables o secreción del pezón.
Pero gran parte de las mujeres no llegan a sentir ningún síntoma, por eso es muy importante hacer chequeos de detección constantes. Además, también debes conocer las categorías de riesgos y métodos a tu alcance para hacer una detección temprana.
¿Qué es la detección temprana de cáncer de mama?
Las pruebas de detección buscan enfermedades en personas sin síntomas. En el cáncer de seno, el objetivo es encontrarlo antes de que cause signos evidentes, como un bulto palpable. Detectarlo temprano significa hallar y diagnosticar la enfermedad antes de que los síntomas se manifiesten.
Los cánceres de seno encontrados mediante estas pruebas suelen ser más pequeños y es menos probable que se hayan extendido más allá del seno. El tamaño y hasta dónde ha llegado el cáncer son cruciales para determinar el pronóstico de una mujer con esta enfermedad.
Es importante que sepas el riesgo que tienes de desarrollar cáncer
Las herramientas actuales para prevenir y detectar tempranamente el cáncer de mama son cruciales, especialmente para mujeres con alto riesgo de desarrollar la enfermedad. Para ellas, comenzar el tratamiento pronto puede significar una menor mortalidad.
Es vital evaluar ese riesgo para recomendar cómo y cuándo realizar controles mamarios y decidir si son necesarios estudios más específicos. También se pueden considerar tratamientos preventivos o cirugías profilácticas.
Pero, veamos más sobre los riesgos.
Categorías de riesgo a padecer cáncer de mama
Se clasifican tres niveles de riesgo de desarrollar cáncer de mama basados en la probabilidad de ser diagnosticadas en algún momento de la vida. Ojo, no en el riesgo de morir por esta enfermedad.
Los niveles son:
- riesgo promedio (menos del 15%),
- riesgo moderado (15 / 20%)
- y riesgo alto (más del 20%).
Estos se determinan principalmente por antecedentes familiares y personales.
La mayoría de las mujeres en riesgo promedio no tienen factores significativos, con un riesgo estimado de alrededor del 12.4%. Aquellas en riesgo moderado suelen tener familiares directos que han tenido cáncer de mama o de ovario.
Cuantos más familiares directos afectados, mayor es el riesgo, duplicándose con un familiar directo afectado y triplicándose con dos.
Las mujeres en alto riesgo suelen tener su propio historial de cáncer de mama. Pueden haber recibido radioterapia en el tórax entre los 10 y los 30 años, o tener mutaciones genéticas conocidas que aumentan el riesgo.
Otros factores de riesgo incluyen la edad, ya que el riesgo aumenta con la edad; el género, siendo más común en mujeres; y factores de estilo de vida como la obesidad y el sedentarismo.
Factores como la menopausia temprana, la edad de la primera menstruación y el uso de hormonas también influyen. Aunque, no siempre se consideran para determinar el nivel de riesgo inicial.
Estudios para detectar el cáncer de seno
Los métodos de imágenes son cruciales para detectar a tiempo el cáncer de mama. Si bien cada uno tiene sus propias ventajas, suelen utilizarse juntos para mejorar la precisión del diagnóstico:
- Mamografía. Es el método principal para detectar cáncer de mama. Sin embargo, un 15% de los cánceres pueden no ser detectados por este método.
- Ecografía mamaria. Se usa junto con la mamografía para examinar lesiones sólidas o quísticas no visibles en la mamografía. También es esencial para guiar procedimientos como las biopsias.
- Resonancia Nuclear Magnética (RNM). No se recomienda como prueba de rutina para todas las pacientes. Se utiliza para el diagnóstico y seguimiento en mujeres con alto riesgo de cáncer de mama, como aquellas con mutaciones genéticas conocidas.
- Examen mamario profesional. Importante para detectar anomalías en las mamas, especialmente si la mujer presenta síntomas.
- Autoexamen mamario. Ayuda a las mujeres a familiarizarse con la anatomía y salud de sus mamas, pero no debe reemplazar a la mamografía y cualquier hallazgo anormal debe ser evaluado por un profesional.
Es importante que acudas al médico de forma regular, por lo general, cada año y hagas un chequeo completo. La detección temprana salva vidas.