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Prevención del Cáncer: Hábitos de Vida Saludables para Reducir el Riesgo

El cáncer es una enfermedad que puede sorprendernos en cualquier momento de nuestras vidas. Pero, ¿sabías qué, adoptando ciertos hábitos saludables, es posible reducir el riesgo de padecerlo?

Más allá de los estudios y procesos para tratarlo, es un hecho que llevar un estilo de vida más sano influye de forma positiva en la prevención del cáncer. Por eso, a lo largo de este artículo, te presentaremos algunos de los hábitos que pueden ayudar a prevenir el cáncer.

Así que, toma nota.

Come sano

Si tu dieta es equilibrada y nutritiva, lograrás mantener tu sistema inmunológico fuerte. Aunque no evita que sufras de cáncer, el riesgo es mucho menor que si consumes alimentos ultraprocesados o con azúcar refinada, por ejemplo.

En este sentido, lo recomendable es que lleves una dieta que incluya una variedad de frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras. Dichos alimentos le darán a tu cuerpo los nutrientes y antioxidantes esenciales para combatir las células cancerosas.

Algunos de los más comunes son:

  • El brócoli.
  • Los arándanos.
  • Las zanahorias.
  • El pescado.

Todos ellos son ricos en ácidos grasos omega-3, lo cual resulta beneficioso para prevenir el cáncer por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.

También conviene limitar alimentos procesados y los azúcares refinados. 

Mantén un peso saludable

La obesidad y el sobrepeso se han asociado con un mayor riesgo de desarrollar múltiples tipos de cáncer. El de mama, riñón y colon, son un ejemplo de ello. De ahí la importancia de llevar un peso que se considere saludable.

Una dieta equilibrada ayudará, pero si la acompañas del siguiente punto, lograrás mantener un peso corporal apropiado. 

Haz ejercicio de forma regular

Es cierto que la actividad física contribuye con la conservación del peso ideal, pero esa no es su única ventaja. Pues también ofrece beneficios directos con respecto a la prevención del cáncer.

Al hacer ejercicio con frecuencia puedes:

  • Atenuar la inflamación en el cuerpo.
  • Fortalecer el sistema inmunológico.
  • Regular los niveles hormonales.

Cada uno de estos aspectos pueden influir en el riesgo de padecer cáncer.

En este caso, realizar al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada por semana te será útil. O si prefieres, unos 75 minutos de ejercicio intenso combinado con ejercicios de fuerza para mejores resultados.

Evita el tabaco y el alcohol

Todo en exceso hace daño, esto incluye el consumo de alcohol y tabaco. De hecho, malos hábitos como estos son considerados dos de los principales factores de riesgo de cáncer evitables.

Entre ellos, el cáncer de boca, garganta y de laringe.

Fumar, por un lado, está relacionado con el cáncer de pulmón, boca y garganta. Mientras que el consumo excesivo de alcohol se vincula con un mayor riesgo de cáncer de mama, colon e hígado.

Lo ideal sería dejar por completo el tabaco y el alcohol. Pero puedes, por lo menos, limitar su consumo, no solo con la intención de reducir significativamente el riesgo de cáncer, sino porque también podrás mejorar tu salud de forma general.

Cuida tu piel del sol

Cada día nuestra piel se expone a la luz solar, y, a menudo, no nos protegemos. Esto es un grave error, ya que uno de los cánceres prevenibles más populares es el cáncer de piel.

Verás, demasiada exposición a los rayos ultravioleta tiende a aumentar el riesgo de desarrollar cánceres comunes como el melanoma. Por eso, debemos cuidarnos a toda costa, y puedes hacerlo usando:

  • Protector solar de amplio espectro.
  • Ropa que cubra brazos y piernas.
  • Sombreros.
  • Gafas de sol.

Sobre todo, durante las horas pico de radiación solar, como lo es la hora del mediodía. También se sugiere evitar las camas de bronceado y permanecer en la sombra cuando sea posible. 

Este hábito es de especial relevancia en tu rutina diaria, puesto que ayuda a mantener la dermis más sana. Y, por supuesto, mitiga el riesgo de que sufras algún tipo de cáncer de piel.

Otros hábitos para prevenir el cáncer incluyen:

  • Realizarse exámenes de hepatitis C.
  • Aplicarse vacunas para la hepatitis B y el VPH.
  • No compartir agujas.

Prevenir el cáncer empieza por tomar decisiones saludables. Al seguir hábitos como estos, el riesgo disminuye. Además, son prácticas que promueven una vida más larga y saludable.

Así que, comienza con pequeños cambios en tu estilo de vida y verás que puedes marcar la diferencia.

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